ArtículoDISRUPCIÓN E INNOVACIÓN

Cuando no existe competencia, ¿realmente es el paraíso?

Escrito por Eduardo Sabatés diciembre 1, 2016 0 comentarios

En artículos pasados hablé del sentimiento que podemos generar al enterarnos que nuestra idea de negocio es más débil que la de la competencia; al respecto, y basado en mi experiencia, recomendé encontrar un nuevo mercado y sus necesidades, entre otros consejos.

Hoy quiero abordar un tema que, en primer lugar, podemos percibir con gran alegría: ¿Qué sucede cuando nuestro planteamiento de negocio no tiene competencia? ¿Es una situación realmente buena?

Desmenucemos el tema: En este caso, si tu posible producto o servicio no tiene competencia, debes investigar por qué está sucediendo eso, ya que tu pensamiento, de algún modo, está resolviendo una necesidad que puede proporcionar un beneficio… ¿Realmente a nadie se le ha ocurrido? También puede ocurrir que no se ha ofrecido al mercado, ya que posee un impedimento legal, mismo que debes investigar por qué lo prohíbe.

De igual forma, surge la posibilidad de que tu idea de negocio influya en un tema de salud o seguridad, por mencionar dos ejemplos.

Si decides emprender, pero no te aseguras por qué tu posible producto o servicio no tiene competencia, puedes involucrarte en un serio problema.

Otro motivo puede ser que a ciertas empresas no les conviene que exista tu solución. Al respecto, pueden presionar a las autoridades, o al mismo mercado, para que esa idea no se comercialice.

Sin embargo, y yendo por el camino positivo, si a nadie se le ha ocurrido tu idea, es una excelente noticia, ya que detectase una necesidad que no está resuelta y, al parecer, es difícil que desplacen tu producto o servicio, porque pedirán tus servicios de manera anticipada. En este caso, te aconsejo que emprendas lo más rápido posible. ¿Cómo?, desarrollando tu idea de negocio y buscando financiamiento, antes de que otra persona visualice lo mismo que tú.

Ten cuidado con el precio que fijes a tu producto o servicio. Evita tener la idea de que como nadie lo tiene, lo monetizarás más caro de lo que el mercado pagaría por él. No por el hecho de ser el único, debes cobrar precios elevados.

¡Pon un precio justo!, que te permita obtener ganancias y ofrecerle beneficios a tus clientes. Así también abres la oportunidad de tener un negocio y consumidores a largo plazo. Como serás el primero en acaparar el mercado, si desde el inicio generas una buena relación con tus usuarios, con precios justos y buena calidad en tu producto o servicio, será difícil que algún competidor te desplace.

Quiero mencionarte que la competencia siempre aparece, tarde o temprano. Siempre habrá personas que se den cuenta de lo que estás ofreciendo y verán que tu planteamiento genera ingresos. Sin embargo, al tú ser rápido en el mercado, lograrás acapararlo para cuando esto suceda.

Después de 30 años de experiencia profesional, puedo anticipar que, como tu idea de negocio no se está aplicando en el mercado, tendrás que educar al contexto, ya que existe un fenómeno de desconfianza por parte del consumidor. Se preguntará por qué eres el único, por tanto, deberás evangelizar a tu mercado, explicándole por qué es importante que usen tu proyección de negocio, por qué les conviene que te sigan comprando o contratando y que realmente tendrás permanencia.

Todo lo antes mencionado es la buena noticia, ya que tienes la oportunidad de sentar bases en el mercado. La mala es que te costará mucho.

Aunque logres en un tiempo relativamente corto generar ingresos, tendrás que invertir en publicidad, ya que el mercado no te conoce. Aparte de darte a conocer, deberás mostrar solidez y seguridad. También tendrás que analizar detalladamente el diseño de tu modelo de negocio, contemplando la promoción que le darás, los puntos de venta en donde estarás y cómo lo distribuirás.

Hay situaciones en las que la competencia te promueve, pero como en este caso no existe, tendrás que publicitarte solo, enseñándole la curva de aprendizaje a tus vendedores y personas que promuevan tu producto o servicio. Estarás viviendo en un constante aprendizaje, ya que no existe un marco de referencia con quien comparar lo que estás realizando.

También puede ocurrir que como eres el único proveedor, el cliente se siente atrapado. Se ha presentado que algunas empresas, al no sentir la amenaza de los competidores, caen en vicios de tratar mal a los clientes, ofrecer mala calidad en su producto o servicio o no cumplir con los tiempos de entrega… Espero que no caigas en esos aspectos.

Estimado lector, te invito a seguir atento a mi siguiente artículo, ya que hablaré de un tema bastante importante y que a veces se vuelve un problema: el financiamiento. Mencionaré cuándo pedirlo, de qué forma y a quién o quiénes.

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