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Disrupción

ArtículoBlogDISRUPCIÓN E INNOVACIÓNINTELIGENCIA DE NEGOCIO

Cómo creas un equipo de trabajo

Escrito por Eduardo Sabatés junio 1, 2017 0 comentarios

Estimado Emprendedor:

En esta etapa de tu proyecto ya descubriste que tu idea de negocio es viable, también ya cuentas con los recursos económicos para realizar prototipos de tu producto o servicio, sin embargo, puede que te surja la duda: “¿Esto lo puedo hacer solo?”.

Probablemente puedes considerar que existen muchas actividades que puedas hacer sin ayuda de nadie con tal de optimizar recursos, pero si tienes la pasión de convertir tu idea en negocio, debes analizar que hay ciertas funciones que otras personas pueden realizar mucho mejor que tú.

No está mal que ahorres capital, sin embargo, a mi parecer, estás desaprovechando la oportunidad de involucrar a personas que puedan tener conocimientos y experiencias ideales que tu proyecto requiere. A esto lo llamo TALENTO.

Por ejemplo: Si tu proyecto involucra la creación de un sitio web y nunca has hecho uno, podrías considerar crearlo tú mismo a través de herramientas que existen en el mercado y aprender con tutoriales, inclusive con cursos.

Si tomas este camino, podrías estar renunciando a incorporar el mejor talento que requiere tu proyecto para que esta función quede lo mejor y más rápido posible, ya que no tienes esa destreza, no has vivido experiencias sobre esta función y el que te involucres puede provocar que te tardes más tiempo en terminarlo y con desgastes innecesarios en tu mercado, ya que cuando prueben tu producto o servicio podrían recibir experiencias que no cumplan con sus expectativas.

Sin embargo, si involucras a una persona hábil en diseño web, sabrá cómo realizar la página, desde el principio identificando mapas de navegación del sitio, seleccionando imágenes adecuadas que debe contener para que sea más atractivo para los usuarios, así como la estrategia de comunicación de los textos, que sean acordes con la oferta de valor del producto o servicio que esté ofreciendo el proyecto.

Cuando decidimos crear NOMILINEA, estábamos seguros que en el futuro el mercado tendría la necesidad de usar una nómina que funcionara el 100 por ciento en la nube (internet) y que se vendiera como servicio.

En el mercado de nómina de esa época, éstas funcionaban en computadoras locales y con necesidades distintas a las que puedes aprovechar de la nube. El Software SICOSS era el producto que ofrecía la compañía para atender ese mercado.

Ante esta necesidad de crear el equipo de trabajo para el proyecto, me pregunté: “¿Quiénes son las personas que deben desarrollar NOMILINEA?”. “¿Qué conocimiento y experiencia deben tener?”. “¿Qué características tienen las personas y empresas que utilizarán NOMIINEA?”.

Este análisis lo realicé de manera equivocada y el equipo de desarrolladores del producto lo integré dando mayor importancia a la experiencia y al conocimiento en la creación de software de nóminas y subestimé el conocimiento y experiencia de internet, pensando que eso era fácil y que yo lo podía manejar.

Jamás había creado un software para internet, y el resultado del prototipo fue TOTALMENTE equivocado ya que no aprovechaba las ventajas de la nube, dando como resultado una copia de Software SICOSS que funcionaba en la nube.

Al ver esta situación reconocí que no tenía conocimiento ni experiencia en un producto de este tipo que funcionara en la nube. Entonces fui a San Francisco, California, a visitar empresas que desarrollaban proyectos para esta plataforma. Fue un GRAN APRENDIZAJE, entendí cómo debía funcionar NOMILINEA y que el equipo que armé no era el adecuado.

Entonces cambié el enfoque en la conformación del equipo de trabajo, dando mayor peso al conocimiento de la nube y tomando los elementos del software de nómina que tenía el producto SICOSS, adaptando su funcionalidad a internet.

Este nuevo equipo funcionó de manera excelente y logramos crear un servicio adecuado a un mercado que no teníamos.

Una de las experiencias agradables que viví fue que uno de los integrantes, fundamentales del equipo, era una diseñadora web: era muy apasionada en lo que hacía, cuando yo le comentaba que diseñara el producto de tal forma, me debatía con seguridad y energía, mencionando que no aceptaba mi propuesta, ya que se percibía anticuada. Respeté sus puntos de vista y eso dio como resultado un producto de NÓMINA con personalidad propia, actual y fresca como lo eran todas las aplicaciones en la nube.

Esta persona, con su experiencia, entusiasmo y conocimiento de las tendencias sobre su habilidad, le dio un aspecto más vivo y adecuado a este producto.

Éste es un ejemplo claro de por qué en tu proyecto de emprendimiento tienes que juntar un equipo con gran talento, mismo que te ayude a crear los prototipos de tu producto o servicio.

Una forma es rodearte de personas que trabajen por su cuenta (llamados freelance), en donde los comprometas a que participen, aunque no de tiempo completo, ya que les estás pagando por sus servicios.

Esto lo aprendí cuando tuve la idea de lanzar al mercado Software SICOSS, el producto necesitaba un manual de usuario entonces se me hizo fácil proponerme hacerlo yo mismo.

Empecé a realizarlo, pero me di cuenta que carecía de la experiencia adecuada para redactarlo y diseñar las imágenes que llevaría. Conseguí un especialista en redacción y le solicité que hiciera el manual, al mismo tiempo lo involucré en el proyecto, lo entusiasmé, le expliqué la importancia que esto tendría y para qué se utilizaría.

Después vino la necesidad de hacer un folleto, me cuestioné cómo realizarlo ya que percibía muy importante demostrar el producto de esta forma; caí en cuenta que debía tomar fotografías a las pantallas del programa. Al igual que el manual de uso, capturé las primeras, sin embargo, he de admitir que se veían mal y chuecas.

Entonces contraté los servicios de un fotógrafo profesional, lo dije qué necesitaba y él, basado en su experiencia, lo realizó de forma extraordinaria.

Recuerda que al tener un presupuesto para crear prototipos de tu producto o servicio, debes detallarlo muy bien: una parte la usarás para involucrar a personas especializadas en la creación de tu idea de negocio y la otra para comercializarla.

Del mismo modo, aunque tú eres el que decide, reconoce con humildad que hay funciones que un especialista puede realizar mejor que tú, y para que ello se visualice, debes imaginar y proyectar claramente tu posible producto o servicio, transmitir eso a las personas con las que lo realices, inspirarlas, darles confianza y ocasionar que también propongan puntos de vista.

¿Es muy importante que te rodees de un equipo de trabajo? ¡Por supuesto! Los proyectos de emprendimiento, por naturaleza, siempre involucran agrupaciones. Asimismo, tarde o temprano tendrás la necesidad de solicitar la ayuda de otras personas, pero más que ayudarte… te acompañarán.

Motiva a tu equipo a dar lo mejor de sí para que entre todos lancen al mercado un extraordinario producto o servicio, mismo que causará una gran experiencia a los usuarios.

Pero ¿cómo saber que es el equipo ideal? ¿Un equipo siempre debe estar de acuerdo en todo? Si se presentaran puntos de vista diferentes, ¿cómo afrontarlos?

Estimado lector, estos puntos los abordaré en la siguiente entrega. ¡No olvides dejarme tus comentarios!

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ArtículoBlogDISRUPCIÓN E INNOVACIÓN

Disrupción, para romper las reglas del mercado

Escrito por Eduardo Sabatés febrero 7, 2017 0 comentarios

En 1934, el economista austro-estadounidense, Joseph Alois Schumpeter, mencionó que los emprendedores son innovadores que buscan destruir el statu-quo de los productos y servicios existentes para crear nuevos. 30 años después, Peter Ferdinand Drucker, abogado austriaco, dijo que la innovación es una herramienta específica del emprendedor.

Pareciera que actualmente esos términos han desaparecido, ya que según el Instituto del Fracaso, el brazo de investigación de emprendimiento Fuck Up Nights, el 75 por ciento de las startups mexicanas cierran a su segundo año, mientras que en Colombia 41 por ciento de nuevos negocios viven en el mismo tiempo.

El análisis también arrojó algunos factores de esto, como la poca preparación para emprender, el cálculo erróneo de tiempo y esfuerzo requerido y estrategias débiles de negocio.

¡¿Por qué está pasando esto?!

Emprendedor, como te he mencionado en varias ocasiones, sé que no tengo la receta mágica del emprendimiento, pero después de tres décadas de emprender por primera vez, considero que para evitar el mayor número de fracasos posibles, debes ser innovador. Y agregaría ¡disruptivo!

¿Qué significa que seas disruptivo? ¿Qué relación tiene con tu proyecto emprendedor?

La disrupción es romper lo establecido por el mercado. Para quebrar sus esquemas, visualiza un problema que no se ha resuelto y cúbrelo de manera más sencilla, práctica y económica.

Me agrada la idea que como emprendedor tengas un pensamiento innovador-disruptivo, que te ayude a competir con la tecnología más compleja para que le des una gran experiencia a tus clientes, el mercado y la sociedad.

¿Pero cómo le harás frente a las grandes compañías?

Un propósito de la disrupción y su relación con la innovación en el emprendimiento, es que adoptes en tu ADN algunas características, como el análisis detallado del mercado, ya que éste te permitirá detectar clientes insatisfechos.

Así, estimado lector, sabrás si tu idea de negocio tiene futuro.

También, explorando el mercado, sabrás si tu proyecto emprendedor será aceptado, notarás a quién vendérselo, qué precio colocarle y, más que nada, estarás consciente de la extraordinaria vivencia que podrás ofrecerle a tus clientes.

Disrupción no es rebasar las necesidades de los consumidores. Como emprendedor-innovador, recuerda la regla de oro: soluciones prácticas, sencillas y a precios reales.

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ArtículoDISRUPCIÓN E INNOVACIÓN

Disrupción: el paso obligado de los emprendedores

Escrito por Eduardo Sabatés noviembre 7, 2016 6 Comentarios

“Las innovaciones disruptivas no suelen involucrar grandes avances tecnológicos; más bien, tienen que ver con un cambio en el modelo de negocios”.

Scott D. Anthony

 

La disrupción es romper paradigmas, quebrar el status quo del mercado y debe tener como consecuencia el pragmatismo, hacer que ese algo que ya existe sea más sencillo, económico y que aporte un valor agregado al usuario.

Exceder las necesidades de los clientes no siempre es sinónimo de valor agregado. Los clientes suelen recibir información sobre innovaciones demasiado complejas, que ofrecen más de lo que necesitan y que en lugar de pasar por disruptivas infringen la regla de oro: soluciones simples, convenientes y de bajo costo.

En el caso de Sicoss la disrupción llegó con el simple hecho de mejorar los procesos burocráticos para pagar las cuotas obrero patronales, algo que parecía tan llano, pero que significaba romper el status quo de los empresarios, pensaban que sería imposible mejorar las formas de pago del Seguro Social; pero también quebrantó el paradigma del gobierno al modernizar la forma de hacer la nómina, de generar los archivos necesarios y pagar sin salir del software.

Cuando se tiene en mente crear un modelo disruptivo debemos preguntarnos ¿qué valor va a agregar a quien lo use, al negocio y a la sociedad en sí? El valor puede traducirse en: más ventas, más clientes, ahorro, optimización de proceso, entre otros beneficios.

Disrupción no significa gran desarrollo tecnológico, términos complejos o dar más funcionalidades a un producto, significa solucionar de manera sencilla el problema que ha sido visto por alguien más, implica llegar a solventar la necesidad con un increíble desempeño y con precios terrenales.

Si algo no debemos olvidar es la obligación de educar al mercado para el cambio y justificárselo para que así tenga sentido aprender algo nuevo.

Incluso pueden crearse nuevos mercados, pero debemos estar preparados, no siempre las innovaciones disruptivas están pensadas para nuestra época. Para cambiar el paradigma debemos entender las tendencias del mercado, estudiarlas y crear valor para el tiempo que se vive.

La innovación disruptiva debe apelar a favor de la observación microscópica para entender las verdaderas fallas en las dinámicas del negocio de los clientes. Creo que si pudiera establecer una ley para crear innovaciones disruptivas dictaría que éstas fuesen divertidas, atrevidas e irreverentes, pero sobre todo que tuvieran la obligación de generar entusiasmo y que el beneficio de la idea sea apabullante.

Estoy en el completo acuerdo de que la disrupción debe ser parte del ADN de los emprendedores, si hoy existe un sector de empresarios que deben estar a favor de la tecnología y la innovación son ellos, por la simple razón de estar obligados a competir con un monstruoso mercado ya establecido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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BlogDISRUPCIÓN E INNOVACIÓNINTELIGENCIA DE NEGOCIO

Design Thinking como base para la materialización de una idea

Escrito por Eduardo Sabatés octubre 24, 2016 3 Comentarios

El design thinking se ha convertido en una de las metodologías más utilizadas en los últimos años. Hoy se habla mucho del tema y se ha tratado de transpolar a diversos ámbitos, desde la innovación tecnológica, el marketing, los procesos de recursos humanos y la administración del negocio. Por mi parte, me gustaría llevarla al tema del emprendimiento.

Esta metodología proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto. De ahí su nombre. Su desarrollo teórico comenzó en la Universidad de Stanford en California en los años 70. Con el tiempo y el afinamiento del método comenzó a comercializarse como “Design Thinking” a través de la consultora IDEO (firma consultora y diseño especializada en la innovación y creadora del concepto Design Thinking), hoy su principal precursora.

Pero no es necesario contratar una consultora para tomar a esta metodología como base para desarrollar una idea, un negocio lo que sea. Puede aplicarse en casi cualquier área.

El pensamiento de diseño design thinking se centra en la experiencia del usuario, es una metodología pensada en las personas, es decir, la clave está en el proceso, en el diseño, en la elaboración, dejando en segundo plano el producto final. Como he comentado en otros artículos, cuando lanzamos una idea solemos pensar en cómo se verá físicamente, qué elementos tendrá, pero no nos detenemos a crear con detalle el proceso de diseño.

Esta metodología se sustenta en la observación y análisis de su futuro usuario, crea prototipos, formula tantas hipótesis como sea posible y se moldea a partir de las relaciones de los usuarios al interactuar con el prototipo.

El design thinking comienza con la empatía y entendimiento de aquéllos que serán usuarios, entiende cómo son, qué hacen, qué buscan, cómo lo buscan, cómo lo consumen. Siempre el centro es el usuario, cliente o consumidor. El pensamiento de diseño determina a conciencia a dónde queremos llegar, para qué queremos llegar ahí y cuáles serán los alcances.

Por supuesto esta metodología tiene gran fuerza en terrenos de innovación, pero a mi parecer también es un excelente ejercicio a la hora de plantear ideas que pretendemos llevar a la venta.

Pensar en el usuario antes de pensar en nuestra idea, en el mercado, en la competencia, en dónde lo venderemos, cómo lo promocionaremos o cómo se verá el producto final.

Finalmente, esta metodología tiene la virtud de no ser un modelo unidireccional, sino que es constantemente de ida y vuelta, de modo que la reflexión está siempre en fase de mejora, de perfeccionamiento. No quiere decir que el proceso nunca terminará, pero sí tendrá la flexibilidad suficiente para crear lo más cercano a la mejor experiencia del usuario.

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DISRUPCIÓN E INNOVACIÓNINTELIGENCIA DE NEGOCIO

Simplicity, la metodología que deben adoptar los procesos empresariales

Escrito por Eduardo Sabatés octubre 10, 2016 6 Comentarios

La tecnología ha minado casi todas las áreas de las organizaciones. En el mercado vemos softwares para las áreas de marketing, ventas, recursos humanos, sistemas, etc. Escuchamos el término de ‘industrias inteligentes’ y que la tecnología se ha convertido en el brazo estratégico de las empresas.

Pareciera que la tecnología tiene como misión simplificar la vida del usuario, pero no siempre es así. Las compañías que compran herramientas sin un análisis previo y una estrategia de por medio pueden complicar la labor de sus colaboradores, entorpeciendo la productividad y sesgando el ejercicio creativo de las personas.

La gran oferta de dispositivos e información nos han hecho perder de vista el problema que pretendemos responder y la solución, nos perdemos en el mar de información, nos dejamos llevar por la tendencia, sobre todo cuando nuestro negocio está comenzando, e incluso, esto puede llegar a pasarle a un empresario experimentado y es que la tecnología resulta tan atractiva.

Con la finalidad de tomar decisiones más acertadas hoy se habla del análisis de datos y las herramientas que ayudan a lograr, pero la tecnología por si sola no simplifica la toma de decisiones. Tanto para la tecnología como para los negocios la ‘simplicidad’ representa un área enorme de oportunidades, para optimizar procesos, facilitar labores y aumentar la productividad.

Estamos ante el boom de innovación, escuchamos de softwares realmente complejos que pretenden ‘simplificar’ nuestras tareas. Las empresas se sienten obligadas a adquirir tecnología ¨evolucionar”, sin embargo, antes de hacer una compra o cotizar debemos crear una estrategia pensada en simplificar la vida de nuestros colaboradores y que haga más eficientes nuestros procesos.

He escuchado a muchos colaboradores quejarse de los complejos softwares que adquieren sus empresas y el problema radica en no haber platicado antes con ellos para tomar la decisión de comprar una nueva solución, normalmente esas decisiones se toman entre sólo algunos que por supuesto no están en el día a día.

Investiguemos, estudiemos y analicemos lo que ofrece el mercado tecnológico, sobre todo estudiemos a nuestro equipo de trabajo y hagamos estrategias basadas en la simplicidad.

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ArtículoDISRUPCIÓN E INNOVACIÓNSTART UP Y EMPRENDIMIENTO

Arriésgate a emprender

Escrito por Eduardo Sabatés julio 27, 2016 10 Comentarios

En más de una ocasión me han preguntado cuál es la metodología para comenzar un negocio, cuáles son los primeros pasos, a quiénes tienen que recurrir si se tiene el deseo de emprender.

Probablemente mi planteamiento no sea la tesis final sobre cómo ser emprendedor, pero las experiencias que he vivido a través de mi vida profesional me han permitido ver cómo esos sueños se han convertido en empresas que atienden mercados, generan empleos y están en un camino sostenido de crecimiento. He analizado cuáles fueron los pasos que seguí para  identificar mercados y construir los productos y servicios que necesitaban.

Cuando me senté a reflexionar el contenido de este artículo identifiqué cinco pasos que, a mi parecer, fomentan al emprendimiento de alguna idea que se puede convertir en negocio.

1. Tener una idea disruptiva planteada en hipótesis.

2. Identificar el mercado y desarrollar un producto o servicio con tecnología adecuada al contexto.

3. Conformar un equipo de trabajo entusiasta, positivo y atrevido para desarrollar el proyecto.

4. Obtener recursos económicos.

5. Emprender la aventura construyendo el producto o servicio conquistando el mercado.

El aplicar estos pasos cotidianamente a lo largo de 30 años han permitido la creación de cinco empresas, con un número superior a 300 profesionales que atienden a más de 5 mil empresas usuarias de productos y servicios ofrecidos por Grupo Sicoss.

Un artículo no es suficiente para contar la experiencia de cada paso a lo largo de mi carrera. Así que he decidido explicar en diferentes entregas cada uno de los puntos antes mencionados.

Tener una idea disruptiva planteada en hipótesis.

Las ideas disruptivas surgen al cuestionar cómo un mercado obtiene productos o servicios y los utiliza para obtener beneficios; a esto se le denomina el ‘status quo’. Normalmente ante el status quo se suelen decir frases como: “así se hacen las cosas”, “esto es lo que hay”, “ésta es la única manera en que puedes hacerlo o usarlo”, “así se ofrecen las cosas en el mercado”.

Ante esta situación, el emprendedor se cuestiona:

¿Por qué tienen que ser así las cosas?, ¿qué no hay otra manera de hacerla?, ¿qué nuevas tecnologías podemos utilizar para hacerlo más fácil y económico?

A continuación mencionaré qué identifiqué para crear el Software Sicoss como idea disruptiva:

Status quo: En 1985, la única manera que las empresas tenían para pagar sus cuotas obrero-patronales era a través del ajuste manual, un listado que les enviaba el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cada dos meses. Esto implicaba que las personas encargadas de determinar las cuotas obrero-patronales dedicaran largas jornadas de trabajo, realizando cálculos con una calculadora y lápiz para poder descontar las incapacidades medicas, los trabajadores no captados, los movimientos de bajas y modificaciones de salarios, entre otras. Esto provocaba errores y pagos mal realizados que traían como consecuencia el pago de diferencias y multas, afectando la economía de la empresa.

Al ver este fenómeno me pregunté: ¿por qué ésa debe ser la única manera de pagar las cuotas obrero-patronales? ¿Si ya existen computadoras personales, por qué no utilizarlas para elaborar el pago del seguro social? ¿Por qué tiene que ser tan complicado si se puede hacer más fácil?

Con base en estas preguntas propuse una hipótesis: 

Si logro desarrollar un sistema que funcione en una computadora personal cuya función principal sea determinar y controlar los pagos al seguro social y convenzo a  las empresas de hacer uso de él, lograré que realicen el pago correcto de sus cuotas obrero-patronales cada bimestre, evitando errores y el pago de multas y actualizaciones.

En estas hipótesis planteé cuál era la oferta de valor en ella, qué iba a ofrecer al mercado, qué necesidad solucionaba y quién lo podría adquirir. Puede parecer lógico; sin embargo, tuve que dedicar tiempo para investigar a detalle si el IMSS aceptaría que las empresas realizarán los pagos de esta manera, qué implicaciones tendría en su operación; asimismo, si las empresas correrían el riesgo de pagar de esta forma las cuotas obrero-patronales.

¿Qué es lo que realmente puedo ofrecer al mercado: la venta de un paquete de software o la garantía de realizar el pago correcto de cuotas obrero-patronales? ¿Qué estarían dispuestos a pagar: el software o la seguridad de un pago correcto? ¿A qué le dan valor?

Puede ser que en el camino de la construcción del modelo de negocio nos demos cuenta que realmente somos capaces sólo de cubrir una parte o descubrir otras necesidades a los que el mercado le pueda dar valor.

ÉSTE ES EL DESAFÍO, ESTO ES LO QUE HAY QUE INVESTIGAR SI PUEDE CONVERTIRSE EN UN NUEVO MERCADO Y POR LO TANTO EN UN NUEVO NEGOCIO. 

En el siguiente artículo compartiré qué fue lo que hice para identificar el mercado y cuáles eran las tecnologías que en 1986 estaban a la mano para crear el producto, y que el uso de las mismas fuera algo aspiracional.

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ArtículoCULTURA PYMEDISRUPCIÓN E INNOVACIÓNINTELIGENCIA DE NEGOCIOSTART UP Y EMPRENDIMIENTO

¿Quién es mi principal amenaza: la competencia o el avance de la tecnología?

Escrito por Eduardo Sabatés mayo 30, 2016 6 Comentarios

Para muchos empresarios las amenazas que podrían hacer decrecer su negocio están dentro de sus propias organizaciones y no en la competencia como algunos piensan. La falta de entendimiento tecnológico y su función en el mercado son los antagónicos más peligrosos para las empresas.

He escuchado a más de un empresario decir que el avance de la tecnología no va alcanzar a su negocio, ya que su mercado está acostumbrado a trabajar con los productos y servicios que ya tienen establecidos por muchos años, que no les pasará nada si no evolucionan. Créanme no existe algo más peligroso que una empresa que subestima a sus clientes y al entorno.

Vivimos en el mundo de la competencia, donde seguramente ya hay cien -start ups- más trabajando, experimentando y viviendo  distintas propuestas de productos y servicios que su mercado podría percibirlos mucho mejor a  lo que ya  están haciendo, la única solución es ser cada vez más selectivos, segmentar muy bien a nuestro mercado y hacer de la tecnología un valor agregado y no un déficit.

Como empresarios tenemos dos caminos con respecto a la tecnología: ignorarla, desconocerla y subestimarla, o reconocerla, estudiarla y utilizarla.

Si nos vamos por el primer camino, entonces, nosotros mismos estamos permitiendo que surjan nuevos competidores y estamos imposibilitando la creación de nuevas formas de negocio en nuestra empresa y limitando la capacidad de innovación que nuestro personal puede descubrir.

La tecnología no sólo solventa necesidades o ayuda a optimizar procesos, también es el camino para generar nuevas propuestas de valor, actuales y mucho más eficientes que se pueden convertir en grandes modelos de negocio.

Ahora, la tecnología no sólo hay que  adoptarla, también hay que estudiarla y entenderla y de esta manera descubrir cómo puede impactar y funcionar en nuestra cultura. Integrarla no es una decisión azarosa; la incorporación de diversas tecnologías requiere de una planeación, pero sobre todo necesita que inspire objetivos desafiantes y alcanzables. 

Si hay estrategia y objetivos desafiantes la adopción de tecnología será una inversión inspiradora que vislumbre claramente desarrollo y progreso en el futuro de la organización, de lo contrario será percibida como un simple gasto, en ese momento es cuando se puede decir que su incorporación no modifica en nada la forma de trabajo.

Todos los días leemos artículos sobre las famosas empresas que han creado modelos de negocio disruptivos, nos ponen como ejemplo a los grandes como Google, Facebook, Netflix, entre otros; no pretendo quitarle mérito a nadie, pero dejemos de sorprendernos con la tecnología, dejemos de ser anecdóticos con respecto a cómo vivíamos nuestro mundo sin los avances de la tecnología, más bien tomemos a la tecnología como un protagonista propio de nuestro negocio sin importar su giro y sin importar  la edad que tengamos y analicemos cómo nos va a contribuir.

El mundo de la tecnología no dejará de innovar, cada vez serán más las empresas con modelos de negocios disruptivos,  las pequeñas organizaciones que con tres o cuatro colaboradores y una gran estrategia apoyada de la tecnología lleguen a ser los grandes referentes del entorno empresarial. Dejemos de pensar que crear nuevos modelos de negocio es imposible.

Seguramente se están preguntando y cómo, ¿cómo logramos eso? Hagamos de la innovación una cultura, pero con todo lo que ella implica.

Investiguemos, dediquemos un equipo de trabajo a la investigación, en todos los sentidos: nuestro negocio, nuestros clientes, nuestra cultura y por supuesto nuestro producto.  Este equipo de trabajo puede realizar la investigación paralelamente con los que son responsables de operar el negocio. Desechemos la idea de que quienes operan el negocio también son responsables de innovar. Tratar de ahorrar y dejar esa responsabilidad a quienes operan,  refleja la falta de visión de quienes lideran el negocio ya que no abren la puerta a investigar nuevas propuestas.

Estemos conscientes que la investigación, bien realizada, es una inversión a mediano y largo plazo, quitémonos de la mente que al adoptar tecnología el retorno de inversión será inmediato. Muchos empresarios creen que innovar es comprar un software o hardware y que después de instalarlo habrá un incremento notorio en algo: productividad, ahorro, etc.

Debemos estudiar nuestro negocio, entender nuestro mercado y hacer de la investigación parte de las actividades cotidianas de la empresa. La única amenaza somos nosotros mismos que pensamos que si en estos años no hemos necesitado de la tecnología tampoco la necesitaremos en un futuro.

Dejemos de pensar en la inmediatez, no hagamos adquisiciones por impulso, estudiemos la tecnología que hoy circula en nuestro mercado e inventemos metodologías de adopción pensadas en nuestro negocio.

 

 

 

 

 

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