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ArtículoBlogDISRUPCIÓN E INNOVACIÓN

Ser papá es el mejor proyecto de emprendimiento

Escrito por Eduardo Sabatés junio 20, 2017 0 comentarios

En esta ocasión escribo no sólo como emprendedor, también como papá e hijo a la vez, reflexionando la similitud que tiene un proyecto de emprendimiento con el ser padre, si quieres entender esto, voltea a verlo.

Toma en cuenta que, con su esfuerzo y habilidades, busca darte lo mejor a ti y tu familia, aunque muchas veces no sabe a qué se enfrentará, no obstante, siempre tiene claro lo que desea conseguir, porque se conoce y está convencido de ello.

Hablando desde el punto de vista de educación, un padre siempre imagina y se ilusiona con el futuro de sus hijos: sueña que sean futbolistas, maestros, ingenieros, psicólogos e incluso empresarios.

Si relacionas un proyecto emprendedor con todo lo que hace un padre, te darás cuenta que tienen demasiado en común: el padre tiene situaciones adversas, ya que puede encontrarse que sus hijos, tal vez por alguna distracción, tengan malas calificaciones o no estudien, por tanto, él tiene que influir para que esto no ocurra, para que las cosas sucedan como visualiza y enseñarles que deben aprender constantemente.

Asimismo, puede enterarse que a su hija la molestan sus compañeras; en este caso, lo que el padre puede hacer es orientarla para que se defienda de forma razonable.

El padre nunca tiene situaciones iguales con sus hijos, porque puede encontrar circunstancias de mucha alegría, como es verlos jugar; o casos de tristeza y preocupación cuando uno de ellos se golpea y tiene que llevarlo al médico.

Un padre, al igual que tú, emprendedor, debe tener muy claro hasta dónde puede llegar, tiene que contemplar que debe poseer cierto liderazgo, liderazgo que llamo Testimonial de vida, que es la manera de educar bajo el ejemplo. Por tanto, el padre tiene que aprender a ser un líder, un ejemplo para su hijo y no un jefe que sólo le imponga reglas.

Sin embargo, si lo que el padre le dice a sus hijos no es congruente, está dando una mala señal, y pasa lo mismo con tu proyecto emprendedor: la adversidad y las situaciones cambiantes son constantes, ya que habrá momentos que tendrás que ser chofer, psicólogo, médico y deportista, entre otras actividades… Un padre hace de todo y se debe involucrar completamente en sus actividades, al igual que un emprendedor.

Hay ocasiones en las que un padre tiene que dejar a que sus hijos sufran ciertas situaciones y vivencias para que valoren lo que poseen y analicen lo que anhelan. En este sentido, les está enseñando que de los errores también se puede aprender.

No hay circunstancia más satisfactoria al momento de emprender que lograr una venta; y como padre, no hay proyecto más grande que ver a nuestros hijos sonreír, captar cuando anotan gol en un partido de futbol, presenciar el éxito de tu hija en una obra de teatro, observar que son personas de bien, autosuficientes, que le encuentran sentido a su vida, que luchan con entusiasmo para alcanzar lo que les apasiona… ¡Que están realizados!

Otro gran y extraordinario emprendimiento del padre es su vida en pareja, vida que desde hace tiempo va forjando con su amada con el objetivo de crear un núcleo que se llame familia. Quiero recalcar que en este aspecto, más allá del amor que se tengan, deben trabajar día a día, tomando en cuenta que una relación se alimenta de comunicación, respeto, escuchando, sonriendo y, algo que es muy importante, amando.

Claro, también hay fracasos: como emprendedor, los resultados poco deseados pueden presentarse cuando no concretas una venta, o cuando el mercado no está aceptando tu producto o servicio. Y como padre, los resultados no anhelados pueden suscitarse cuando uno de tus hijos reprueba una materia, por mencionar un caso.

De igual forma, el padre y el emprendedor se enfrentan a situaciones adversas: por un lado, si el progenitor ve que su hijo se encuentra en problemas, hará lo que sea por defenderlo. Por otra parte, si el emprendedor percibe que su idea de negocio no está generando ingresos, la mejorará para revertir esa situación.

Pregúntale a tu padre qué realizó para sacarte adelante, pide que te platique su sensación al enterarse que tu madre estaba embarazada de ti, las emociones que explayó al verte nacer.

Charla con él y conoce su experiencia al verte dar tus primeros pasos, al mirar que te enfermabas por primera vez. Conoce todos los esfuerzos que realizó para que pudieras tener la educación que en este momento tienes y gozas.

La búsqueda de cambios, descubrimiento de nuevas cosas, disponibilidad a cualquier actividad y aprendizaje continuo, son algunos factores que, en mi experiencia, realizó tu padre, rasgos que también debes adquirir para convertir tu idea en negocio.

Así como tu papá, lucha constantemente con la adversidad, ponte metas y fechas reales, busca los cambios una y otra vez, aprende de los resultados poco deseados, transforma tu persona y ¡desarrolla tus habilidades emprendedoras!

¡Muchas felicidades a todos los papás! Espero que esta entrada te sirva como inspiración para que medites la congruencia que hay entre lo que decimos y hacemos, lo analices y lleves esas conclusiones a tu proyecto emprendedor.

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ArtículoBlogSTART UP Y EMPRENDIMIENTO

El emprendedor, alumno y maestro

Escrito por Eduardo Sabatés mayo 15, 2017 0 comentarios

Quiero reflexionar sobre los maestros, un tema muy importante y serio, pues sé que en algún momento te enseñaron los conocimientos técnicos y cómo aplicarlos, pero más importante, el cómo aplicar eso en la vida.

Esto me lleva a lo siguiente: ¿Cómo emprendedor debes ser maestro?, ¿debes mantenerte a la expectativa, nada más tratando de aprender o también de enseñar?

¿Qué es exactamente enseñar?

Dentro de mi experiencia tengo la dicha de haber sido profesor de la Universidad La Salle varios años, incluso fui director de tesis de varios alumnos de la carrera de Ingeniería en Cibernética y reconozco dos maneras de enseñanza:

La primera es la cátedra, que es como actualmente un experto –llamado catedrático– imparte clases en el aula, aunque sólo logra que los alumnos se limiten a oír.

Esta forma de aprendizaje tiene una interacción muy limitada, la cual hace que el profesor deba manejar tres cosas:

1. Saber transmitir el conocimiento.

2. Cómo comunica el conocimiento a sus alumnos, ya sea con experiencias o conocimientos.

3. La actitud, que puede ser sugestivo al momento de platicar algo, ya sea de forma optimista, generando experiencias positivas

Otro método, más interactivo y que se originó en Harvard, se llama Método del caso: consiste en generar una serie de planteamientos que hagan reflexionar y ver qué decisiones o acciones se pueden tomar.

Ayuda a crear una disciplina de tomar decisiones ante fenómenos desconocidos, mediante el planteamiento de una situación y con base en un análisis que determinen los hechos reales que se presenten.

Se estudian las posibles vías de solución con otras personas, aunque se den de manera acalorada.

Pero hay otra más: ¡La vida misma! También llamada, en este contexto, “El profesor de la vida”.

Consiste simplemente en meditar ante una situación desconocida y tomar una decisión, viendo los resultados, lo cual deja una enseñanza.

Tuviste unos maestros formidables: tus padres. Te guiaron y procuraron, pero su lección más importante que te impartieron fue la congruencia, logrando que tus dichos se reflejen en tus acciones, situación que hace mucha falta en México.

También ellos te dejaron valores como la honestidad, el respeto, cómo pedir las cosas y cómo tratar a tus semejantes sin importar su condición, edad o género.

Todo esto tiene relación con tu proyecto emprendedor, de si debes ser también un maestro o un estudiante.

¡La respuesta es sí! Tú, emprendedor, debes ser un maestro, ya que habrá momentos en los que transmitirás lo que sabes a nuevas generaciones.

Esos hechos tienen lugar cuando, partiendo de las investigaciones que has realizado, comunicas la solución que creaste a tus posibles clientes y a los miembros de tu equipo, pero siempre exponiendo eso de forma clara y verídica, por qué es mejor tu producto o servicio, su precio y las diferencias que puede tener frente a la competencia.

Emprendedor, asimismo, no debes dejar de ser un estudiante, en especial cuando platiques con los clientes.

Ellos conviven de manera cotidiana con los problemas que resuelves, por eso siempre debes escucharlos y nunca subestimarlos.

Te pueden brindar acercamientos novedosos para mejorar tu producto, o hasta lecciones de vida, como la vez que descubrí un estudio fotográfico del Centro Histórico de la Ciudad de México, que por fuera parecía no tener nada en especial.

Sin embargo, ese negocio se convertiría en mi segundo cliente, desarrollamos una relación basada en el agradecimiento, pues mi producto hizo más fácil su funcionamiento y pagaron con mayor puntualidad que una empresa grande.

Algún día vas a ser maestro y debes prepararte, aquilatando los sucesos que se te presenten, interpretando lo que sabes e investigando cómo comunicarlo.

Te invito a reflexionar sobre esos maestros que dejaron huella en ti y los festejes privilegiando lo que te enseñaron.

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ArtículoBlogDISRUPCIÓN E INNOVACIÓNSTART UP Y EMPRENDIMIENTO

Innovación o novedad

Escrito por Eduardo Sabatés abril 24, 2017 0 comentarios

La innovación no significa crear productos o servicios difíciles de utilizar, tampoco apoyarse de la tecnología más compleja o costosa para emprender. Como te he mencionado en artículos pasados, a mi parecer, la innovación es simplificar una alternativa que ya existe o resolver un problema que no se ha solucionado de manera práctica y sencilla. A esto, emprendedor, se le llama innovación como cambio.

Innovar también puede ser crear un producto o servicio que jamás haya aparecido en el mercado. Si te encuentras en esta situación, ¡emprende rápido! Sin embargo, recuerda dar precios justos y magníficas experiencias a tus clientes. De esta manera, cuando aparezca un competidor, será difícil que te desplace. A esto se le llama Innovación como novedad.

Bien lo mencionó Peter Drucker en su libro La disciplina de la innovación:

“La innovación es la función específica de emprendimiento (…) ya que es el medio por el cual el empresario crea nuevos recursos generadores de riqueza”.

¿Pero dónde o cómo puedes encontrar la inspiración para innovar en tu proyecto emprendedor?

Conoce 4 áreas de oportunidad que te pueden servir como fuentes de innovación y así diferenciarte de tu competencia en el mercado:

Aprende de los resultados no esperados

En un proyecto emprendedor encontrarás diversas emociones: desde alegría, al observar que tu producto o servicio va por buen camino; o desconfianza, si percibes que tu proyecto no está tomando el camino que habías contemplado.

Si obtienes resultados no deseados, ¡sigue adelante! Toma aquellos frutos como una extraordinaria lección, vuelve a analizar la metodología que te produjo aquel desenlace, examina cada detalle para descubrir en qué punto fallaste y replantea tu diseño o propón otro.

Estoy seguro que de esta manera investigarás y comprobarás a fondo cada detalle de tu idea de negocio, visión que te ayudará a dar una mejor experiencia a tu cliente y así diferenciarte de tu competencia.

Simplifica una solución

En 1997, Netflix, originaria de California, buscaba ofrecer una cantidad ilimitada de películas y series bajo una suscripción. Aquella maniobra se percibió de risa, ya que ese mercado lo dominaba Blockbuster, cadena que, aparte de alquilar películas, rentaba videojuegos. Aunado a esto, a diferencia de la compañía californiana, Blockbuster cobraba por unidad.

Sin embargo, Netflix estableció una premisa: dar una gran experiencia a sus usuarios. Después de estudiar a su competencia y al mercado, descubrieron cómo dar valor agregado a sus clientes: ofrecer series y películas mediante streaming. Ése fue el movimiento que los

catapultó a ofrecer 100 mil títulos en DVD y tener 10 millones de suscriptores, ¡tan sólo en 2009! Sin mencionar que el crecimiento de esta empresa ocasionó el cierre de su antiguo competidor directo.

¿La lección de este suceso? En un mercado tan grande, ¡siempre puedes competir!

Resuelve un problema que no se ha cubierto

Existen negocios que ofrecen productos o servicios deficientes y con precios injustos, sin embargo, los consumidores siguen usándolos, ya que no existe otra compañía que ofrezca aquellas soluciones. Emprendedor, ¡ésa es una oportunidad de negocio!

Aquí puedes lanzarte al mercado y mejorar lo que ya existe. Asimismo, puedes ofrecer nuevas alternativas, mismas que sean más atractivas para los consumidores y para el entorno mercantil.

Ten en cuenta que para llevarlo a cabo, debes estudiar a la competencia, a sus clientes y averiguar sus inconformidades, así como sus aspiraciones.

Analiza tu entorno constantemente

El mercado y sus necesidades cambian de forma continua; es evidente aquel dinamismo. Esas modificaciones frecuentes son una gran oportunidad para desarrollar un producto o servicio innovador, mismo que puede acoplarse a esa versatilidad.

Sin embargo, para crear un negocio que se adapte a aquellas transformaciones, debes ser muy sensible y estar atento a las distintas modificaciones que se presenten. Para desarrollar estas características, debes ser un nerdo, esto es, ser muy observador de tu entorno, analizar lo que percibes, estudiar constantemente las diversas tendencias que se te muestren y, más que nada, indagar en los requerimientos de las personas.

Sin importar cuál sea tu fuente o inspiración, recuerda que el objetivo de la innovación es generar propuestas distintas, quebrar el statu-quo del mercado… ¡romper los paradigmas actuales!

¿Tienes la pasión de emprender? ¡Hazlo innovando!

Descubre tus rasgos emprendedores y desarróllalos al máximo.

 

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ArtículoINTELIGENCIA DE NEGOCIOSTART UP Y EMPRENDIMIENTO

¿Qué hacer si tu idea ya es parte del servicio de la competencia?

Escrito por Eduardo Sabatés septiembre 19, 2016 0 comentarios

El tema de competencia es sumamente amplio cuando se pretende estudiarlo a detalle. En publicaciones anteriores compartí cómo afrontar a la competencia si ésta ya está comercializando un producto similar al nuestro.

¿Qué pasa cuando la oferta de la competencia es más completa, mientras que la nuestra sólo resuelve una parte de las necesidades de los clientes? ¿Dejamos de ser competitivos? 

No precisamente. En un terreno tan competido, donde cualquier persona, gracias a la tecnología, puede crear productos y servicios, la tendencia apunta a convertirnos en especialistas, a no mirar generalidades ni querer resolver todo. A pesar de que muchas empresas aún sienten la necesidad de resolver todo con un solo proveedor, muchas otras ya se están abriendo a esta tendencia, en la que se tiene especialistas y no todólogos, es aquí donde nuestro servicio puede salir a flote.

Primero, tenemos que investigar cuál es la postura del mercado, de los clientes y descubrir si le resulta práctico que sus necesidades se resuelvan en un esquema completo o si están dispuestos a que se solucionen parcialmente.

Culturalmente somos un país desconfiado, las empresas se sienten abrumadas si tienen más de un proveedor a la vez resolviendo diferentes partes del mismo problema, como consecuencia quienes ofertan nuevos servicios al mercado lo hacen bajo la errónea idea de que el servicio entre más robusto y complejo más atractivo será para el mercado.

No necesariamente sucede así, algunos usuarios se conforman con utilizar sólo lo que necesitan. Ofrezcamos al mercado soluciones prácticas, sencillas y enfocadas en sus necesidades.

Si no ofrecemos soluciones más simples, la comercialización puede resultar muy cara y representar un proceso desgastante para el emprendedor, pues las estrategias comerciales deberán ser agresivas y evangelizadoras.

En mi vida profesional no todo ha sido éxito, algunos fracasos me han costado dinero y tiempo. Pero lo más importante, me desgastaron emocionalmente.

Para explicar esta situación te voy a compartir una idea que lancé hace muchos años y fracasó:

En la década de los 90s e inicio de este siglo, surgieron diversos cambios a la Ley del Seguro Social. La autoridad quería asegurarse de que los patrones pagaran sus cuotas obrero-patronales correctamente. La única forma de lograrlo era auditando los pagos realizados en el pasado y cobrar diferencias en caso de que éstos hayan sido incorrectos, ello derivaba en multas y recargos.

En ese entonces el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) no contaba con el número suficiente de auditores para realizar el trabajo. La información era demasiada para ser procesada de forma manual y los recursos eran pocos. La gran demanda provocaba errores humanos. Tiempo después el Seguro Social logró que el Congreso de la Unión modificara la ley y creara la figura del Dictamen Obligatorio para las empresas que contaran con más 300 trabajadores, exponiendo que la auditoría debía ser realizada por despachos de contadores independientes previamente autorizados.

Mi mentalidad emprendedora detectó inmediatamente una oportunidad: pensé en desarrollar un software que cargara la información de los pagos realizados por las empresas y al mismo tiempo los comparara con los pagos correctos, así determinaría las diferencias de una manera ágil.

Esta solución sólo era una parte del dictamen que tenían que elaborar los contadores, pero para que fuera comprado por el cliente debía ser aprobado por los dictaminadores, pues cada uno de ellos realizaba el trabajo de manera distinta. ¡Fue un verdadero caos! Los dictaminadores, simplemente no aceptaban la solución e insistían en hacer las cosas a su manera.

En lugar de reconocer que mi idea no era sencilla, fácil de aplicar y económica, insistí en venderla a los clientes, lo que desgastó mi relación con ellos y con los contadores, perdiendo tiempo, dinero y desgaste. Entonces mi idea fracasó. 

Buscar las debilidades de las propuestas de nuestros competidores puede ayudarnos a hacer más completa nuestra oferta. Sobre todo, debemos buscar solventar necesidades puntuales y entregar soluciones sencillas, sólo así nuestro producto o servicio albergará elementos diferenciadores.

Cuando el IMSS decidió que los patrones debían presentar los movimientos de afiliación (altas, bajas y modificaciones de salario) a través de internet encontré una oportunidad.

En esta modalidad de cumplimiento surgieron proveedores autorizados por el IMSS que ofrecían el servicio, pero no la solución completa. Dentro de las inconsistencias, los proveedores generaban duplicidad de bases de datos y dobles capturas, ya que usaban tres sistemas: la nómina, el sistema para enviar los movimientos afiliatorios al IMSS y el Sistema Único de Autodeterminación (SUA). Entonces, generé la siguiente hipótesis:

Si logramos que el sistema Sicoss genere el pago de cuotas obrero-patronales, calcule las nóminas y envíe los movimientos afiliatorios al IMSS, tendremos una solución ÚNICA que simplificará enormemente el trabajo a los usuarios. 

Ése fue el camino que seguimos y que nos permitió captar más mercado, sólo juntamos las piezas de un rompecabezas. Cuando los emprendedores descubren estas situaciones deben actuar rápido porque la competencia puede detectarlo y tratará de igualar o mejorar la oferta. 

Otro escenario que pueden explorar los emprendedores es buscar una alianza con algún competidor que complemente su idea y generar una oferta conjunta y así ofrecer un producto o servicio más completo y atractivo. En este caso, es importante que las filosofías de trabajo sean similares y que se establezca claramente lo que recibirá cada una de las partes, las obligaciones que van a contraer con los clientes, con sus aliados estratégicos y sus proveedores.

Esta situación la viví con la reciente reforma fiscal, en la que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) obligó a los contribuyentes a timbrar, o mejor explicado, a sellar de forma electrónica los recibos de nómina de los trabajadores a través de los Proveedores Autorizados de Certificación (PACs). En nuestro caso, no podíamos ser PAC ya que nuestro objetivo era otro e intentar serlo resultaba muy caro. Viendo esa situación, logramos aliarnos con varios PACs y creamos una aplicación que, de manera automática, enviaba la información de los recibos de pago de los trabajadores a nuestros clientes. El PAC timbraba para generar el recibo de nómina correspondiente, cumpliendo con las disposiciones legales. Entonces conseguimos realizar una alianza de negocio donde ambos ganamos.

Espero este pequeño aporte haya sido de utilidad. En el siguiente artículo mencionaré qué pasaría si tu idea no tuviera competencia. ¿Creerías que es el escenario perfecto? Es el tema que abordaré en la siguiente entrega.

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ArtículoDISRUPCIÓN E INNOVACIÓNSTART UP Y EMPRENDIMIENTO

Arriésgate a emprender

Escrito por Eduardo Sabatés julio 27, 2016 10 Comentarios

En más de una ocasión me han preguntado cuál es la metodología para comenzar un negocio, cuáles son los primeros pasos, a quiénes tienen que recurrir si se tiene el deseo de emprender.

Probablemente mi planteamiento no sea la tesis final sobre cómo ser emprendedor, pero las experiencias que he vivido a través de mi vida profesional me han permitido ver cómo esos sueños se han convertido en empresas que atienden mercados, generan empleos y están en un camino sostenido de crecimiento. He analizado cuáles fueron los pasos que seguí para  identificar mercados y construir los productos y servicios que necesitaban.

Cuando me senté a reflexionar el contenido de este artículo identifiqué cinco pasos que, a mi parecer, fomentan al emprendimiento de alguna idea que se puede convertir en negocio.

1. Tener una idea disruptiva planteada en hipótesis.

2. Identificar el mercado y desarrollar un producto o servicio con tecnología adecuada al contexto.

3. Conformar un equipo de trabajo entusiasta, positivo y atrevido para desarrollar el proyecto.

4. Obtener recursos económicos.

5. Emprender la aventura construyendo el producto o servicio conquistando el mercado.

El aplicar estos pasos cotidianamente a lo largo de 30 años han permitido la creación de cinco empresas, con un número superior a 300 profesionales que atienden a más de 5 mil empresas usuarias de productos y servicios ofrecidos por Grupo Sicoss.

Un artículo no es suficiente para contar la experiencia de cada paso a lo largo de mi carrera. Así que he decidido explicar en diferentes entregas cada uno de los puntos antes mencionados.

Tener una idea disruptiva planteada en hipótesis.

Las ideas disruptivas surgen al cuestionar cómo un mercado obtiene productos o servicios y los utiliza para obtener beneficios; a esto se le denomina el ‘status quo’. Normalmente ante el status quo se suelen decir frases como: “así se hacen las cosas”, “esto es lo que hay”, “ésta es la única manera en que puedes hacerlo o usarlo”, “así se ofrecen las cosas en el mercado”.

Ante esta situación, el emprendedor se cuestiona:

¿Por qué tienen que ser así las cosas?, ¿qué no hay otra manera de hacerla?, ¿qué nuevas tecnologías podemos utilizar para hacerlo más fácil y económico?

A continuación mencionaré qué identifiqué para crear el Software Sicoss como idea disruptiva:

Status quo: En 1985, la única manera que las empresas tenían para pagar sus cuotas obrero-patronales era a través del ajuste manual, un listado que les enviaba el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cada dos meses. Esto implicaba que las personas encargadas de determinar las cuotas obrero-patronales dedicaran largas jornadas de trabajo, realizando cálculos con una calculadora y lápiz para poder descontar las incapacidades medicas, los trabajadores no captados, los movimientos de bajas y modificaciones de salarios, entre otras. Esto provocaba errores y pagos mal realizados que traían como consecuencia el pago de diferencias y multas, afectando la economía de la empresa.

Al ver este fenómeno me pregunté: ¿por qué ésa debe ser la única manera de pagar las cuotas obrero-patronales? ¿Si ya existen computadoras personales, por qué no utilizarlas para elaborar el pago del seguro social? ¿Por qué tiene que ser tan complicado si se puede hacer más fácil?

Con base en estas preguntas propuse una hipótesis: 

Si logro desarrollar un sistema que funcione en una computadora personal cuya función principal sea determinar y controlar los pagos al seguro social y convenzo a  las empresas de hacer uso de él, lograré que realicen el pago correcto de sus cuotas obrero-patronales cada bimestre, evitando errores y el pago de multas y actualizaciones.

En estas hipótesis planteé cuál era la oferta de valor en ella, qué iba a ofrecer al mercado, qué necesidad solucionaba y quién lo podría adquirir. Puede parecer lógico; sin embargo, tuve que dedicar tiempo para investigar a detalle si el IMSS aceptaría que las empresas realizarán los pagos de esta manera, qué implicaciones tendría en su operación; asimismo, si las empresas correrían el riesgo de pagar de esta forma las cuotas obrero-patronales.

¿Qué es lo que realmente puedo ofrecer al mercado: la venta de un paquete de software o la garantía de realizar el pago correcto de cuotas obrero-patronales? ¿Qué estarían dispuestos a pagar: el software o la seguridad de un pago correcto? ¿A qué le dan valor?

Puede ser que en el camino de la construcción del modelo de negocio nos demos cuenta que realmente somos capaces sólo de cubrir una parte o descubrir otras necesidades a los que el mercado le pueda dar valor.

ÉSTE ES EL DESAFÍO, ESTO ES LO QUE HAY QUE INVESTIGAR SI PUEDE CONVERTIRSE EN UN NUEVO MERCADO Y POR LO TANTO EN UN NUEVO NEGOCIO. 

En el siguiente artículo compartiré qué fue lo que hice para identificar el mercado y cuáles eran las tecnologías que en 1986 estaban a la mano para crear el producto, y que el uso de las mismas fuera algo aspiracional.

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ArtículoCULTURA PYMEDISRUPCIÓN E INNOVACIÓNINTELIGENCIA DE NEGOCIOSTART UP Y EMPRENDIMIENTO

¿Quién es mi principal amenaza: la competencia o el avance de la tecnología?

Escrito por Eduardo Sabatés mayo 30, 2016 6 Comentarios

Para muchos empresarios las amenazas que podrían hacer decrecer su negocio están dentro de sus propias organizaciones y no en la competencia como algunos piensan. La falta de entendimiento tecnológico y su función en el mercado son los antagónicos más peligrosos para las empresas.

He escuchado a más de un empresario decir que el avance de la tecnología no va alcanzar a su negocio, ya que su mercado está acostumbrado a trabajar con los productos y servicios que ya tienen establecidos por muchos años, que no les pasará nada si no evolucionan. Créanme no existe algo más peligroso que una empresa que subestima a sus clientes y al entorno.

Vivimos en el mundo de la competencia, donde seguramente ya hay cien -start ups- más trabajando, experimentando y viviendo  distintas propuestas de productos y servicios que su mercado podría percibirlos mucho mejor a  lo que ya  están haciendo, la única solución es ser cada vez más selectivos, segmentar muy bien a nuestro mercado y hacer de la tecnología un valor agregado y no un déficit.

Como empresarios tenemos dos caminos con respecto a la tecnología: ignorarla, desconocerla y subestimarla, o reconocerla, estudiarla y utilizarla.

Si nos vamos por el primer camino, entonces, nosotros mismos estamos permitiendo que surjan nuevos competidores y estamos imposibilitando la creación de nuevas formas de negocio en nuestra empresa y limitando la capacidad de innovación que nuestro personal puede descubrir.

La tecnología no sólo solventa necesidades o ayuda a optimizar procesos, también es el camino para generar nuevas propuestas de valor, actuales y mucho más eficientes que se pueden convertir en grandes modelos de negocio.

Ahora, la tecnología no sólo hay que  adoptarla, también hay que estudiarla y entenderla y de esta manera descubrir cómo puede impactar y funcionar en nuestra cultura. Integrarla no es una decisión azarosa; la incorporación de diversas tecnologías requiere de una planeación, pero sobre todo necesita que inspire objetivos desafiantes y alcanzables. 

Si hay estrategia y objetivos desafiantes la adopción de tecnología será una inversión inspiradora que vislumbre claramente desarrollo y progreso en el futuro de la organización, de lo contrario será percibida como un simple gasto, en ese momento es cuando se puede decir que su incorporación no modifica en nada la forma de trabajo.

Todos los días leemos artículos sobre las famosas empresas que han creado modelos de negocio disruptivos, nos ponen como ejemplo a los grandes como Google, Facebook, Netflix, entre otros; no pretendo quitarle mérito a nadie, pero dejemos de sorprendernos con la tecnología, dejemos de ser anecdóticos con respecto a cómo vivíamos nuestro mundo sin los avances de la tecnología, más bien tomemos a la tecnología como un protagonista propio de nuestro negocio sin importar su giro y sin importar  la edad que tengamos y analicemos cómo nos va a contribuir.

El mundo de la tecnología no dejará de innovar, cada vez serán más las empresas con modelos de negocios disruptivos,  las pequeñas organizaciones que con tres o cuatro colaboradores y una gran estrategia apoyada de la tecnología lleguen a ser los grandes referentes del entorno empresarial. Dejemos de pensar que crear nuevos modelos de negocio es imposible.

Seguramente se están preguntando y cómo, ¿cómo logramos eso? Hagamos de la innovación una cultura, pero con todo lo que ella implica.

Investiguemos, dediquemos un equipo de trabajo a la investigación, en todos los sentidos: nuestro negocio, nuestros clientes, nuestra cultura y por supuesto nuestro producto.  Este equipo de trabajo puede realizar la investigación paralelamente con los que son responsables de operar el negocio. Desechemos la idea de que quienes operan el negocio también son responsables de innovar. Tratar de ahorrar y dejar esa responsabilidad a quienes operan,  refleja la falta de visión de quienes lideran el negocio ya que no abren la puerta a investigar nuevas propuestas.

Estemos conscientes que la investigación, bien realizada, es una inversión a mediano y largo plazo, quitémonos de la mente que al adoptar tecnología el retorno de inversión será inmediato. Muchos empresarios creen que innovar es comprar un software o hardware y que después de instalarlo habrá un incremento notorio en algo: productividad, ahorro, etc.

Debemos estudiar nuestro negocio, entender nuestro mercado y hacer de la investigación parte de las actividades cotidianas de la empresa. La única amenaza somos nosotros mismos que pensamos que si en estos años no hemos necesitado de la tecnología tampoco la necesitaremos en un futuro.

Dejemos de pensar en la inmediatez, no hagamos adquisiciones por impulso, estudiemos la tecnología que hoy circula en nuestro mercado e inventemos metodologías de adopción pensadas en nuestro negocio.

 

 

 

 

 

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ArtículoDISRUPCIÓN E INNOVACIÓNINTELIGENCIA DE NEGOCIO

Un emprendedor no sólo está hecho de ideas brillantes y llamativas

Escrito por Eduardo Sabatés mayo 16, 2016 6 Comentarios

Salir al mundo a mostrar una invención y hacer que la sociedad simplifique su vida a través de ella es el sueño de todo emprendedor, pero el camino no es tan fácil como parece.

En el artículo pasado traté de hacer un llamado por las aspiraciones, el ímpetu y el talento. Sin duda creo que un emprendedor debe tener pasión y entonces apelé a la imperante necesidad de despertarla. Ahora, pretendo enfocar esta entrega a la parte tangible de innovar, a los primeros retos con los que nos enfrentamos todos los emprendedores.

¿Qué es lo primero que viene a nuestra mente cuando estamos ideando un nuevo producto? ¿El diseño, su forma, cómo se verá una vez que esté terminado? Si la respuesta es sí, estamos dando mal el primer paso.

Los emprendedores están absortos de creatividad al momento de diseñar e idear su producto, pero hay otro proceso creativo que debería correr en paralelo. Ésta es la piedra angular de cualquier proyecto, en él el emprendedor se cuestiona si la desafiante idea que está creando realmente puede ser adoptada por su mercado o si la gente está dispuesta a pagar por ella.

Me refiero al proceso de investigación, el emprendedor debe investigar a sus posibles compradores y no sólo me refiero a los famosos estudios de mercado, hablo de una verdadera labor antropológica, de la capacidad de observación microscópica y la habilidad para detectar los puntos de quiebre que pudiera tener el producto una vez lanzado al mercado.

Pero para realizar ambos procesos el emprendedor debe hacerse a la idea de que no existe un producto final durante la invención, que deberá crear varios prototipos que se irán adaptando según los resultados de sus investigaciones. 

Los emprendedores estamos obligados a crear prototipos todo el tiempo. En mi experiencia personal, la creación de prototipos es el único camino que te permite aprender, no diré que es el camino seguro, puesto que nada es seguro en el mercado, pero sí es la manera de entender cómo funciona.

El emprendedor no puede tener chispazos creativos, debe tener un método y entender que no será sencillo, que para lograrlo necesitará dos equipos de trabajo, uno encargado del proceso de investigación referente al mercado y el otro dedicado al proceso creativo del producto.

Hoy se comete el error de crear primero el producto y después hacer investigación para ver quién podría ser el comprador ideal. No podemos concluir patrones de comportamiento, no podemos interpretar al consumidor, debemos investigarlo.

La creatividad de un emprendedor debe llegar realmente a la innovación y la innovación está ligada a modelos de negocio. Para mí hay una regla de oro: todo lo que el emprendedor crea tiene que poder monetizarse.

El camino no será fácil, durante la investigación saldrán hipótesis a las que querremos aferrarnos, pero debemos aceptar las realidades de nuestro mercado y saber cómo responderá nuestro producto a todas sus variables.

Sé que hay mucha pasión inmersa en las ideas de los emprendedores y puede llevarnos a cierta terquedad, pero ésta debe ser razonada. Muchas veces la idea es brillante, pero si el mercado no está listo o educado para ella por más maravillosa que sea tendremos que entender que nuestros prototipos deberán esperar a otra época.

Quisiera compartir una anécdota personal, cuando decidí crear Nomlinea, estaba seguro de que era lo que los contadores y empresarios necesitaban, sabía que iba a simplificar los procesos en muchas empresas, pero en ese instante no supe entender a mi mercado.

El tiempo y la observación me llevaron a ver que no podía crear un nuevo producto basado en mis antiguos procesos, entendí que el mundo se movía a la nube y que yo no podía hacer un software adaptado a la nube, sino que debía crear uno pensando en la nube.

En ese momento deseché mi prototipo, conseguí un equipo de trabajo que hiciera el software basado en la nube y empecé de nuevo. Durante un año no hubo ganancias, investigamos y nos renovamos, el proceso no fue fácil.

En el mundo digital se decía que una vez que alguien tuviera un producto en la nube los usuarios llegarían a través de internet y lo comprarían sin necesidad de un tercero, eso tampoco pasó. Tuve que aceptar la realidad de mis posibles compradores y entender que debía ir a su paso, entonces incorporé un contact center para que pudieran contactar vía telefónica a los interesados y que la transacción se pudiera hacer a través de un persona; comprendí que mi mercado aún necesitaba la comunicación directa con otra persona para sentirse confiado.

Evolucioné tecnológicamente mi prototipo, pero retrocedí un paso en la interacción, puesto que mis compradores ya estaban listos para la nube, pero no para las nuevas formas de compra.

No pretendo desalentarlos, al contrario, creo que un emprendedor no sólo debe tener brillantes y llamativas ideas, también debe tener una metodología para dedicarse a estudiar a sus mercados y el futuro de los mismos.

Emprender no es fácil, emprender es mucho trabajo, dedicación y esfuerzo, si realmente queremos subirnos al barco de la innovación debemos ser honestos con esa idea.

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