Estimado Emprendedor:
En esta etapa de tu proyecto ya descubriste que tu idea de negocio es viable, también ya cuentas con los recursos económicos para realizar prototipos de tu producto o servicio, sin embargo, puede que te surja la duda: “¿Esto lo puedo hacer solo?”.
Probablemente puedes considerar que existen muchas actividades que puedas hacer sin ayuda de nadie con tal de optimizar recursos, pero si tienes la pasión de convertir tu idea en negocio, debes analizar que hay ciertas funciones que otras personas pueden realizar mucho mejor que tú.
No está mal que ahorres capital, sin embargo, a mi parecer, estás desaprovechando la oportunidad de involucrar a personas que puedan tener conocimientos y experiencias ideales que tu proyecto requiere. A esto lo llamo TALENTO.
Por ejemplo: Si tu proyecto involucra la creación de un sitio web y nunca has hecho uno, podrías considerar crearlo tú mismo a través de herramientas que existen en el mercado y aprender con tutoriales, inclusive con cursos.
Si tomas este camino, podrías estar renunciando a incorporar el mejor talento que requiere tu proyecto para que esta función quede lo mejor y más rápido posible, ya que no tienes esa destreza, no has vivido experiencias sobre esta función y el que te involucres puede provocar que te tardes más tiempo en terminarlo y con desgastes innecesarios en tu mercado, ya que cuando prueben tu producto o servicio podrían recibir experiencias que no cumplan con sus expectativas.
Sin embargo, si involucras a una persona hábil en diseño web, sabrá cómo realizar la página, desde el principio identificando mapas de navegación del sitio, seleccionando imágenes adecuadas que debe contener para que sea más atractivo para los usuarios, así como la estrategia de comunicación de los textos, que sean acordes con la oferta de valor del producto o servicio que esté ofreciendo el proyecto.
Cuando decidimos crear NOMILINEA, estábamos seguros que en el futuro el mercado tendría la necesidad de usar una nómina que funcionara el 100 por ciento en la nube (internet) y que se vendiera como servicio.
En el mercado de nómina de esa época, éstas funcionaban en computadoras locales y con necesidades distintas a las que puedes aprovechar de la nube. El Software SICOSS era el producto que ofrecía la compañía para atender ese mercado.
Ante esta necesidad de crear el equipo de trabajo para el proyecto, me pregunté: “¿Quiénes son las personas que deben desarrollar NOMILINEA?”. “¿Qué conocimiento y experiencia deben tener?”. “¿Qué características tienen las personas y empresas que utilizarán NOMIINEA?”.
Este análisis lo realicé de manera equivocada y el equipo de desarrolladores del producto lo integré dando mayor importancia a la experiencia y al conocimiento en la creación de software de nóminas y subestimé el conocimiento y experiencia de internet, pensando que eso era fácil y que yo lo podía manejar.
Jamás había creado un software para internet, y el resultado del prototipo fue TOTALMENTE equivocado ya que no aprovechaba las ventajas de la nube, dando como resultado una copia de Software SICOSS que funcionaba en la nube.
Al ver esta situación reconocí que no tenía conocimiento ni experiencia en un producto de este tipo que funcionara en la nube. Entonces fui a San Francisco, California, a visitar empresas que desarrollaban proyectos para esta plataforma. Fue un GRAN APRENDIZAJE, entendí cómo debía funcionar NOMILINEA y que el equipo que armé no era el adecuado.
Entonces cambié el enfoque en la conformación del equipo de trabajo, dando mayor peso al conocimiento de la nube y tomando los elementos del software de nómina que tenía el producto SICOSS, adaptando su funcionalidad a internet.
Este nuevo equipo funcionó de manera excelente y logramos crear un servicio adecuado a un mercado que no teníamos.
Una de las experiencias agradables que viví fue que uno de los integrantes, fundamentales del equipo, era una diseñadora web: era muy apasionada en lo que hacía, cuando yo le comentaba que diseñara el producto de tal forma, me debatía con seguridad y energía, mencionando que no aceptaba mi propuesta, ya que se percibía anticuada. Respeté sus puntos de vista y eso dio como resultado un producto de NÓMINA con personalidad propia, actual y fresca como lo eran todas las aplicaciones en la nube.
Esta persona, con su experiencia, entusiasmo y conocimiento de las tendencias sobre su habilidad, le dio un aspecto más vivo y adecuado a este producto.
Éste es un ejemplo claro de por qué en tu proyecto de emprendimiento tienes que juntar un equipo con gran talento, mismo que te ayude a crear los prototipos de tu producto o servicio.
Una forma es rodearte de personas que trabajen por su cuenta (llamados freelance), en donde los comprometas a que participen, aunque no de tiempo completo, ya que les estás pagando por sus servicios.
Esto lo aprendí cuando tuve la idea de lanzar al mercado Software SICOSS, el producto necesitaba un manual de usuario entonces se me hizo fácil proponerme hacerlo yo mismo.
Empecé a realizarlo, pero me di cuenta que carecía de la experiencia adecuada para redactarlo y diseñar las imágenes que llevaría. Conseguí un especialista en redacción y le solicité que hiciera el manual, al mismo tiempo lo involucré en el proyecto, lo entusiasmé, le expliqué la importancia que esto tendría y para qué se utilizaría.
Después vino la necesidad de hacer un folleto, me cuestioné cómo realizarlo ya que percibía muy importante demostrar el producto de esta forma; caí en cuenta que debía tomar fotografías a las pantallas del programa. Al igual que el manual de uso, capturé las primeras, sin embargo, he de admitir que se veían mal y chuecas.
Entonces contraté los servicios de un fotógrafo profesional, lo dije qué necesitaba y él, basado en su experiencia, lo realizó de forma extraordinaria.
Recuerda que al tener un presupuesto para crear prototipos de tu producto o servicio, debes detallarlo muy bien: una parte la usarás para involucrar a personas especializadas en la creación de tu idea de negocio y la otra para comercializarla.
Del mismo modo, aunque tú eres el que decide, reconoce con humildad que hay funciones que un especialista puede realizar mejor que tú, y para que ello se visualice, debes imaginar y proyectar claramente tu posible producto o servicio, transmitir eso a las personas con las que lo realices, inspirarlas, darles confianza y ocasionar que también propongan puntos de vista.
¿Es muy importante que te rodees de un equipo de trabajo? ¡Por supuesto! Los proyectos de emprendimiento, por naturaleza, siempre involucran agrupaciones. Asimismo, tarde o temprano tendrás la necesidad de solicitar la ayuda de otras personas, pero más que ayudarte… te acompañarán.
Motiva a tu equipo a dar lo mejor de sí para que entre todos lancen al mercado un extraordinario producto o servicio, mismo que causará una gran experiencia a los usuarios.
Pero ¿cómo saber que es el equipo ideal? ¿Un equipo siempre debe estar de acuerdo en todo? Si se presentaran puntos de vista diferentes, ¿cómo afrontarlos?
Estimado lector, estos puntos los abordaré en la siguiente entrega. ¡No olvides dejarme tus comentarios!