En esta ocasión escribo no sólo como emprendedor, también como papá e hijo a la vez, reflexionando la similitud que tiene un proyecto de emprendimiento con el ser padre, si quieres entender esto, voltea a verlo.
Toma en cuenta que, con su esfuerzo y habilidades, busca darte lo mejor a ti y tu familia, aunque muchas veces no sabe a qué se enfrentará, no obstante, siempre tiene claro lo que desea conseguir, porque se conoce y está convencido de ello.
Hablando desde el punto de vista de educación, un padre siempre imagina y se ilusiona con el futuro de sus hijos: sueña que sean futbolistas, maestros, ingenieros, psicólogos e incluso empresarios.
Si relacionas un proyecto emprendedor con todo lo que hace un padre, te darás cuenta que tienen demasiado en común: el padre tiene situaciones adversas, ya que puede encontrarse que sus hijos, tal vez por alguna distracción, tengan malas calificaciones o no estudien, por tanto, él tiene que influir para que esto no ocurra, para que las cosas sucedan como visualiza y enseñarles que deben aprender constantemente.
Asimismo, puede enterarse que a su hija la molestan sus compañeras; en este caso, lo que el padre puede hacer es orientarla para que se defienda de forma razonable.
El padre nunca tiene situaciones iguales con sus hijos, porque puede encontrar circunstancias de mucha alegría, como es verlos jugar; o casos de tristeza y preocupación cuando uno de ellos se golpea y tiene que llevarlo al médico.
Un padre, al igual que tú, emprendedor, debe tener muy claro hasta dónde puede llegar, tiene que contemplar que debe poseer cierto liderazgo, liderazgo que llamo Testimonial de vida, que es la manera de educar bajo el ejemplo. Por tanto, el padre tiene que aprender a ser un líder, un ejemplo para su hijo y no un jefe que sólo le imponga reglas.
Sin embargo, si lo que el padre le dice a sus hijos no es congruente, está dando una mala señal, y pasa lo mismo con tu proyecto emprendedor: la adversidad y las situaciones cambiantes son constantes, ya que habrá momentos que tendrás que ser chofer, psicólogo, médico y deportista, entre otras actividades… Un padre hace de todo y se debe involucrar completamente en sus actividades, al igual que un emprendedor.
Hay ocasiones en las que un padre tiene que dejar a que sus hijos sufran ciertas situaciones y vivencias para que valoren lo que poseen y analicen lo que anhelan. En este sentido, les está enseñando que de los errores también se puede aprender.
No hay circunstancia más satisfactoria al momento de emprender que lograr una venta; y como padre, no hay proyecto más grande que ver a nuestros hijos sonreír, captar cuando anotan gol en un partido de futbol, presenciar el éxito de tu hija en una obra de teatro, observar que son personas de bien, autosuficientes, que le encuentran sentido a su vida, que luchan con entusiasmo para alcanzar lo que les apasiona… ¡Que están realizados!
Otro gran y extraordinario emprendimiento del padre es su vida en pareja, vida que desde hace tiempo va forjando con su amada con el objetivo de crear un núcleo que se llame familia. Quiero recalcar que en este aspecto, más allá del amor que se tengan, deben trabajar día a día, tomando en cuenta que una relación se alimenta de comunicación, respeto, escuchando, sonriendo y, algo que es muy importante, amando.
Claro, también hay fracasos: como emprendedor, los resultados poco deseados pueden presentarse cuando no concretas una venta, o cuando el mercado no está aceptando tu producto o servicio. Y como padre, los resultados no anhelados pueden suscitarse cuando uno de tus hijos reprueba una materia, por mencionar un caso.
De igual forma, el padre y el emprendedor se enfrentan a situaciones adversas: por un lado, si el progenitor ve que su hijo se encuentra en problemas, hará lo que sea por defenderlo. Por otra parte, si el emprendedor percibe que su idea de negocio no está generando ingresos, la mejorará para revertir esa situación.
Pregúntale a tu padre qué realizó para sacarte adelante, pide que te platique su sensación al enterarse que tu madre estaba embarazada de ti, las emociones que explayó al verte nacer.
Charla con él y conoce su experiencia al verte dar tus primeros pasos, al mirar que te enfermabas por primera vez. Conoce todos los esfuerzos que realizó para que pudieras tener la educación que en este momento tienes y gozas.
La búsqueda de cambios, descubrimiento de nuevas cosas, disponibilidad a cualquier actividad y aprendizaje continuo, son algunos factores que, en mi experiencia, realizó tu padre, rasgos que también debes adquirir para convertir tu idea en negocio.
Así como tu papá, lucha constantemente con la adversidad, ponte metas y fechas reales, busca los cambios una y otra vez, aprende de los resultados poco deseados, transforma tu persona y ¡desarrolla tus habilidades emprendedoras!
¡Muchas felicidades a todos los papás! Espero que esta entrada te sirva como inspiración para que medites la congruencia que hay entre lo que decimos y hacemos, lo analices y lleves esas conclusiones a tu proyecto emprendedor.