Antes de comenzar a leer este articulo te recomiendo que revises mi publicación anterior “Descubre si hay mercado para hacer negocio”.
Posiblemente exista más de uno que ya haya pensado en el mismo servicio o producto que queremos ofrecer al mercado, de hecho, es probable que cientos ya estén comercializando algo similar, sin embargo, son pocos quienes delimitan correctamente su mercado. Cuando detectamos la oferta de valor y estamos conscientes de qué es lo que podemos ofrecer, estamos un paso adelante del resto.
Investigar a nuestra competencia debe ser un proceso meticuloso y objetivo, debemos ser capaces de entender a nuestra competencia directa e indirecta.
Que nuestra idea ya exista no es motivo de desánimo, es el momento clave de la estrategia. Date a la tarea de investigar detalladamente las soluciones de cada competidor, encuentra sus puntos de fuga, y por supuesto, sus ventajas. Lee referencias, infórmate y usa la solución.
Haz investigación antropológica, es decir, observa, entrevista a personas que hagan uso de ella. Descubre qué es lo que les gusta a los clientes de la solución y qué no. Entiende qué necesidad cubre, cuáles son los beneficios tangibles e intangibles, verifica si el precio que se paga es congruente con el servicio que ofrece.
Mientras investigas es importante que estés atento a las señales de insatisfacción de los usuarios, sobre todo si detectas que estarían dispuestos a cambiar de proveedor. Toma nota, pues ahí descubrirás los principales diferenciadores que puede tener nuestro producto o servicio al momento de competir.
Identifica qué segmentos del mercado está atendiendo la competencia, cuáles están desatendidos, abandonados o no han sido exploradas.
Existen ideas erróneas sobre la apreciación de la competencia, se piensa que si ya existe un producto o servicio y tiene muchos años en el mercado no podremos competir, eso es un error siempre podemos competir. Lo importante es que nuestra idea tenga las características que el mercado está buscando y algo más que le pueda aportar valor.
Debemos pensar en ofrecer experiencias, como el uso de tecnología que esté a la vanguardia. Tenemos que lograr que el usuario se sienta bien y orgulloso de utilizar nuestro servicio, inclusive que le dé un cierto estatus.
Siempre habrá una evolución para nuestro producto, siempre se podrá competir y en otros casos ser los pioneros en abrir nuevos mercados y la tecnología es la clave para lograrlo.
Por ejemplo, existe una diversidad enorme de televisores, pero la tecnología ha dado la pauta para que las empresas aún sean competitivas, mientras algunas empresas ofrecen acceso a internet, otras ofrecen tecnología en sus pantallas y otras invitan a los usuarios a descubrir nuevas experiencias como el 3D, sonido envolvente y los etcéteras crecerán a medida que la tecnología se reinvente.
Ése es el juego, un emprendedor debe estar dispuesto a participar si quiere lanzar un producto o servicio al mercado.
Para crear Nomilinea tuvimos un arduo trabajo de investigación, así identificamos al mercado que estaba abandonado por todos los fabricantes que prestaban servicio para crear y administrar nóminas.
Todos los fabricantes de software estaban enfocados en atender empresas con un alto volumen de trabajadores, les ofrecían licenciamiento de software con servicios adicionales de instalación, implementación, capacitación y soporte técnico para aclarar dudas y resolver problemas.
Existían varios competidores y dos en especial que prácticamente dominaban el mercado, esta simple realidad pudo haber generado desilusión y hacernos pensar; “¿para qué nos metemos?”, “va a ser muy difícil que podamos entrar a la competencia” ya que el mercado estaba acostumbrado a utilizar estos paquetes de nómina.
Cuando dimensionamos el tamaño del mercado potencial descubrimos que el total de empresas en el país que tienen la necesidad de hacer nóminas son más de un millón 200 mil y que el tamaño del segmento de mercado al que atendía la competencia sólo llegaba a las 400 mil, pero sobre todo, nos dimos cuenta que existían más de 800 mil empresas que contaban con menos de 10 empleados y que las nóminas eran hechas con hojas de cálculo o contratando servicios externos de contadores, descubrimos que había un gran segmento que no estaba siendo atendido y eso representó una gran oportunidad.
Decidimos que la oferta de valor de Nomilinea debía ser distinta, es decir, enfocada a las necesidades de los consumidores actuales, entendiendo la penetración de la tecnología y el potencial que existe en ella.
Creamos un software en la nube para que las empresas pudieran tener acceso desde cualquier lugar y utilizando cualquier dispositivo móvil (computadora personal con internet, tabletas electrónicas o teléfonos inteligentes). Pensamos en la experiencia del usuario, en que el uso del software fuera sencillo y que no se pagaran servicios extra por instalación, capacitación o soporte técnico. Buscamos que los usuarios pagaran sólo por uso y a un precio muy económico.
Esta oferta está pensada para un segmento abandonado, no atendido. No nos interesó competir por el segmento que la competencia ya tenía dominado.
Las ideas de los emprendedores deben estar enfocadas a los segmentos que representen oportunidades (nuevos mercados), es decir, ideas de productos y servicios nuevos, frescos y con tecnología nueva. El emprendedor debe ser más inteligente que los competidores que ya están en el mercado y de preferencia no entrar a una pelea frontal con ellos, porque en la mayoría de los casos puede perder.
Quienes tienen el mercado dominado, tienen mayor conocimiento de los clientes, pero si el emprendedor sabe destacar los diferenciadores de su producto o servicio y hace que la experiencia de compra de los futuros clientes sea sencilla, con tecnología de punta, con mejor servicio y con una mejor oferta económica, entonces puede competir y ganar. Si se enfoca a aquellos sectores que no están atendidos entonces las posibilidades de que la idea entre al mercado son mucho mayores, lo que estaría logrando es crear un nuevo mercado.
En el siguiente articulo te diré cómo analizar la competencia cuando tu idea de producto o servicio se encuentra resuelta parcialmente por la competencia y viceversa.
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