Eduardo Sabatés

Sin duda, mi estimado Miguel: muchos emprendedores creen que su idea es magnífica (y no lo dudo), sin embargo, no estudian el mercado para saber si recibirá su idea. Es ahí donde me permito mencionar que lo mejor para evitar lo antes mencionado, debemos estudiar detalladamente el contexto mercantil; y si nuestra proyección ya se está aplicando, tenemos diversas opciones: como encontrar otro nicho, pensar en otras características para nuestro producto o servicio o buscar una alianza. Ese mismo estudio nos dará la oportunidad de visualizar de qué manera innovar, pero siempre ponderando la experiencia que podemos darle a nuestros clientes, con soluciones prácticas, sencillas y económicas, sin exceder sus necesidades.

Sin duda: hay veces en las que el mercado revoluciona, porque surge un modelo de negocio que no existía, generando, a su vez, la atracción de numerosos y nuevos clientes. ¿Pero qué pasa cuando el mercado ya lo domina cierto competidor? Tenemos dos opciones: retirarnos o buscar otro nicho que esté desatendido o que simplemente no ha sido explorado.

Al respecto, en todo proceso, siempre pondero el análisis detallado del mercado; no hacerlo es un grave error, mismo que orilla a las startups a cerrar prematuramente.

Completamente de acuerdo, Alejandro: la disrupción nos permite generar, tal vez, planteamientos de negocios que ya existen, pero haciéndolos más prácticos y sencillos, con el objetivo de dar una gran experiencia al cliente, el mercado y la sociedad.

Gracias por comentar y exponer esa frase tan cierta y concisa.

Concuerdo con tu percepción, Patricia: hay ocasiones en las que podemos diferenciarnos agregando ciertas características a un producto o servicio sin ser disruptivos. No obstante, cuando existe un negocio que ofrece soluciones antiguas y de mala calidad, es cuando podemos hacer disrupción, mejorando todo ese proceso. Yo lo llamaría innovando, y esto lo remito a tu comentario: dando soluciones simples, convenientes y a bajo costo, sin exceder los requerimientos de las personas.

Gracias por tu sólido argumento, Daniel. Recibe un cordial saludo.

Completamente de acuerdo: las posibilidades crecen exponencialmente cuando se hace una buena ejecución. Del mismo modo, agregaría que acompañada de un análisis detallado del mercado y nuestros posibles clientes.

Un gran comentario. Y a mi parecer, para evitar el mayor número de fracasos posibles, es necesario estudiar el mercado para saber si aceptará nuestra idea; si no la recibe, podemos crear un plan de negocio que funcione a largo plazo. De igual forma, opino que no debemos saturar de soluciones a nuestros clientes, sino ofrecerles respuestas sencillas y económicas, con el objetivo de simplificar sus actividades.

Sin duda: antes de pensar en el diseño de nuestro posible producto o servicio, debemos enfocarnos en la experiencia que le daremos a nuestro cliente, el mercado y la sociedad. De igual forma, innovar en relación a la época, porque de no hacerlo nuestro planteamiento puede morir. Y quiero mencionar que, a mi parecer, innovar no es pensar en la tecnología más compleja, sino simplificar una solución de manera económica.

Completamente de acuerdo: podemos ser disruptivos pensando en resolver una necesidad actual, o construir un modelo de negocio que funcione a largo plazo.

De igual forma, debemos estudiar detalladamente el mercado para saber si estará dispuesto a recibir nuestro planteamiento innovador, porque puede presentarse que es tan disruptivo, que no está preparado para la época. Asimismo, debemos analizar si queremos ser disruptivos para resolver una necesidad actual (ejemplo: un desastre natural), o construir un modelo de negocio para que funcione a largo plazo.

Concuerdo con tu argumento: se puede tener éxito sin ser disruptivo. No obstante, a mi parecer, llega el momento de ser disruptivos cuando el mercado lo indica. ¿Cómo percibirlo? Cuando existe un producto o servicio con muchos años en el contexto, pero posee tecnología vieja; es cuando podemos adentrarnos rompiendo ese esquema, ofreciendo una mejor experiencia. ¡Eso sí!, pensando en que sea más práctico y económico, sin saturar las necesidades de nuestros consumidores.

Y claro que hay ideas disruptivas que fracasan. Pondero que para resarcir eso, debemos estudiar minuciosamente el mercado y su contexto, ya que puede ser tan innovador nuestro planteamiento, que sea inadecuado a la época.

Sin duda, mi estimada Julieta. Sin embargo, algunas ideas disruptivas llegan a ser demasiado atrevidas como para que el contexto mercantil las acepte, o tal vez el entorno tecnológico no es tan maduro; por tanto, hay mayor posibilidad de fracasar.

Totalmente de acuerdo: podemos ser incrementales en vez de disruptivos, agregándole características no tan innovadoras a lo que ya está en el status quo y aún así diferenciarnos. Pero si un producto o servicio lleva muchos años en el mercado, con la misma tecnología y sin aportar cambios importantes, es momento de proponer algo distinto, logrando que las personas lo sigan.

Completamente de acuerdo, Gabriel: cuando se es disruptivo, creamos nuevas oportunidades. Por ello debemos visualizar que también estamos creando un mercado alternativo, satisfaciendo las necesidades de manera más sencilla y económica, logrando atraer a los consumidores de la competencia.